LA VEJEZ
Los estudios psicológicos que abordan los diversos momentos del desarrollo señalan expresiones características de cada etapa del curso vital. Así son reconocidas las propias de edad temprana, infancia, adolescencia, juventud y adultez. Sin embargo, la adultez mayor, que como criterio predominante comienza a partir de los 60 años, reclama también la atención de los especialistas. Quizás por ser, cada día más, un grupo etareo igualmente importante de la sociedad.
Para acercarse a una caracterización psicológica de la vejez es preciso considerarla desde una perspectiva que integre aspectos biológicos y sociales. Como una etapa más del desarrollo. Con sus singularidades y valorando el privilegio de haber alcanzado una edad avanzada, aunque se produzcan modificaciones en funciones físicas inherentes al proceso de envejecimiento.
El concepto de salud que resulta válido para las personas adultas mayores está dado por la posibilidad de valerse por sí mismo. Es decir, está supeditado a su autonomía, grado de validismo y funcionabilidad. Independientemente de que padezca o no de alguna enfermedad crónica. Se acepta, además, que durante el envejecimiento se producen modificaciones de tipo degenerativas en las funciones del organismo y también en las psico afectivas. Estas últimas, en cierta forma, relacionadas con la pérdida de roles en la vida familiar o laboral y que pueden propiciar una tendencia a la depresión. Es preciso tener presente que la declinación de las capacidades y habilidades en los ancianos y ancianas es mayormente consecuencia de la falta de entrenamiento y del abandono de sus costumbres.
La “persona mayor”, al igual que cualquier otra, necesita apoyo y aceptación para realizar sus deseos y asumir los cambios propios de la edad. Además, precisa sentir la consideración y el respeto que le permitan participar en la vida de familia y en la sociedad.
Muy bonito ♡
ResponderBorrar